Vallina es un pequeño pueblo donde toda su relación con el exterior gira en torno al andén, en el que solo paran dos trenes que dejan el correo y un tren de mercancías. Tras cuarenta años de servicio, el jefe de estación se jubila. El pueblo le prepara un homenaje y cuando la fiesta está en su apogeo, aparece el Talgo. Ante la sorpresa de todos, el jefe despliega el banderín rojo y detiene el tren que los vecinos han visto pasar siempre como un meteoro. Pero esa acción no será bien vista por la dirección de Renfe y el jefe es sancionado. La respuesta del pueblo es inmediata y la movilización popular no se hace esperar.