Esta comedia de Navidad de 1951, nos ofrece a Bob Hope como "El Chico de los caramelos de limón", un estafador de poca monta, apodado así por su afición a chupar ese tipo de golosina, que se mete en un buen lío cuando, sin pretenderlo, estafa en una apuesta hípica a un gánster especialista en juegos de azar. El chico tiene que inventar un plan para devolver el dinero antes de Navidad. Engañando a sus amigos, los hace disfrazarse de Papá Noel y los involucra en una recogida de dinero por toda la ciudad para una organización benéfica inventada por él.