Después de curar la pierna del magnicida John Wilkes Booth, responsable del asesinato del presidente Abraham Lincoln, perpetrado el 14 de abril de 1865, durante una representación en el Teatro Ford de Washington; el Dr. Samuel A. Mudd, considerado parte de la atroz conspiración, es condenado a cadena perpetua y enviado a la siniestra prisión de Shark Island.