Un asesino aniquila a una señora echándole ácido en el rostro. Su cuerpo es luego descubierto en el coche del embajador Sobiesky. Más tarde un nuevo asesinato mueve a los investigadores a sospechar que las víctimas habían sido amantes del diplomático, quien, para peor, se niega a cooperar, y clama inmunidad diplomática.